
La WSOP 2025 batió récords de participación y premios, dejando una edición inolvidable para la historia del poker. Sin embargo, más allá de los números, quedó una pregunta que divide opiniones: ¿quién fue el verdadero mejor jugador del verano?
Por un lado está Shaun Deeb , quien conquistó el título de Player of the Year (POY) con una temporada marcada por su regularidad y versatilidad. Por otro lado aparece Michael Mizrachi
, protagonista del que muchos consideran el verano más espectacular de la última década, gracias a su doblete en el Poker Players Championship (PPC) y el Main Event.

Shaun Deeb logró obtener el título del POY
El mérito de Shaun Deeb
Shaun Deeb volvió a demostrar por qué es uno de los grinders más consistentes de la historia moderna de la WSOP. Logró más de una docena de cobros, varias mesas finales y una presencia constante en eventos de múltiples disciplinas, desde No-Limit Hold’em hasta Omaha Hi-Lo y 8-Game.
“El POY premia la consistencia, no los flashes de gloria”, afirman quienes defienden a Deeb. A lo largo de las siete semanas del festival, apenas descansó, manteniendo un calendario de juego casi maratónico que lo llevó a sumar los puntos necesarios para quedarse con el título. Aunque no ganó el Main Event, ni tuvo títulos en los torneos más mediáticos, su rendimiento sólido y su lectura técnica lo mantuvieron en el podio durante toda la serie.
El verano de la leyenda: Michael Mizrachi
La historia de Mizrachi en la WSOP 2025 tiene un aura especial. The Grinder ganó por cuarta vez el prestigioso PPC, consolidándose como el rey indiscutible de los mixed games. Semanas después, con una confianza imparable, se alzó con el título del Main Event, superando a un field de más de 10.000 jugadores y llevándose una bolsa multimillonaria.
Su estilo agresivo y su carisma en las transmisiones lo convirtieron en el protagonista absoluto. “Lo de Grinder es algo que probablemente no veremos nunca más”, se repitió en redes sociales. Incluso Nick Schulman , recién ingresado al Hall of Fame, destacó su magia en la mesa: “Era como ver a alguien en un rush espiritual. Todo lo que tocaba se volvía oro”.
El impacto de sus triunfos no solo fue deportivo. Mizrachi atrajo la atención de los medios globales y volvió a situar al Main Event en los titulares de la prensa generalista, algo que no siempre ocurre.
¿Qué pesa más: regularidad o épica?
La pregunta final sigue abierta: ¿es más valiosa la regularidad de Deeb o los títulos históricos de Mizrachi?
El sistema POY premia la constancia, pero el doblete de Grinder podría considerarse una de las hazañas más épicas en toda la historia de la Serie Mundial. Para muchos, su impacto trasciende cualquier clasificación de puntos.
Deeb representa el trabajo metódico, la dedicación y la estrategia perfeccionada día tras día. Mizrachi, en cambio, simboliza la narrativa épica, la confianza desbordante y la capacidad de brillar cuando las luces están más encendidas. Ambos dejaron huella, pero con caminos completamente opuestos hacia la grandeza.