Si bien ganar el Main Event significa hacerse con un premio de 10 millones de dólares (más-menos impuestos y acciones), la World Series of Poker no se destaca por generar millonarios. Sin embargo, es el festival cuyos eventos todos quieren ganar y hasta una obsesión se vuelve. Como tal, involucra sentimientos y emociones, una montaña rusa de ellos que pueden presentarse al mismo tiempo incluso.

De todo eso se escriben las historias de la WSOP, como la que le acaba de ocurrir a Philip Sternheimer , quien persiguió el objetivo de ganar su pulsera durante 13 años, con esta edición incluida. el estadounidense estuvo a una carta de la eliminación (all in contra Shaun Deeb , que lo cubría, pero fornó escalera gracias a una Q en el river), pero la suerte estuvo de su lado para apuntalarlo y devolverlo al Evento #36, el US$10.000 PLO Hi-Lo 8 or Better Championship.

Luego de encarnar ese subibaja de fichas, Sternheimer, habitualmente metódico y pensante, corrió hacia el rail a abrazarse con su gente, incluido Joao Simao , incluso llegó a romper en llanto cuando le cayó la ficha de que era uno de los inolvidables campeones.

“Para ser sincero, el brazalete lo es todo. Esta mañana, mientras caminaba hacia la zona del torneo, pensaba que nunca había deseado algo tan fuerte como esto”, dijo Sternheimer, quien consiguió su primer premio en las WSOP en 2012. “Y es una sensación surrealista cuando se reparte la última carta y ganas el brazalete, porque es algo que he estado buscando durante mucho tiempo, y todos los que juegan lo saben”, agregó en a PokerNews.

Sternheimer ha aceptado el hecho de que la varianza y la suerte juegan un papel en el poker, pero su mentalidad sigue siendo la misma. «Ya sabes, hay mucha suerte involucrada y todo eso, y uno intenta convencerse de que los resultados no importan tanto y que debería centrarse en lo que puede controlar. Pero es simplemente increíble ganar», aceptó.

Sternheimer no tiene una trayectoria tradicional en el mundo del poker como la de muchos de sus contemporáneos. Este jugador de 46 años tuvo una carrera muy exitosa en el sector financiero, pero el atractivo del poker lo sedujo en los últimos años, y lo ama más que a las finanzas.

«Llevo jugando casi 25 años, diría yo, con una intensidad cada vez mayor. Me encanta el juego. Siempre le he dedicado tiempo. Dejé mi trabajo hace unos dos años. Empecé a tomármelo aún más en serio. Y lo bueno del poker es que cuanto más tiempo dedicas a estudiar el juego, más te das cuenta de lo que no sabes», informó.

«Este año todo empezó a tomar forma en lo que respecta a mi estudio del poker. He estado trabajando mucho en mi juego mental y tratando de adaptarme cuando las cosas te salen bien o no. He estado trabajando con Dylan Weisman en mi juego de PLO. Ha sido excepcional. He estado trabajando con Elliot Roe durante los últimos dos años en mi juego mental. Algo realmente encajó antes de la serie cuando hablé con él», se sinceró quien ganó US$763.087 tras derrotar a Bruno Furth en el heads up.

Philip Sternheimer y Simao.