El viajar es un placer, que nos suele suceder. Para algunos será más placentero que para otros, también. Si no nos creen, pregúntenle a Antonio Esfandiari
. El Mago pensó que se iba de paseo al Bicycle Casino
, ganaba unos dólares en Live at The Bike! y volvía a su casa. Un plan fantástico. Como dirían en Los Simpsons: «¿Qué podía malir sal?». No contaba con un pequeño detalle; en la mesa lo esperaba su némesis, hasta ese momento desconocido para él.
¿Estamos hablando de Phil Ivey
? ¿Doug Polk
? ¿Un organismo cibernético que viene del futuro programado para badbeatearlo? Nada de eso. Es simplemente Francisco, sentado a su izquierda. Seguramente Antonio pensó que tenía un buen asiento, especialmente porque Phil Hellmuth
estaba en la misma mesa. Aunque no todo lo que brilla es oro…
