John Bel Edwards 
, ex gobernador de Luisiana, Estados Unidos, admitió haber organizado innumerables noches de poker en la mansión estatal durante sus ocho años al frente del gobierno. El político demócrata, conocido por su liderazgo durante eventos críticos como la pandemia de Covid-19, compartió detalles de estas veladas de apuestas en una entrevista exclusiva con el sitio web NOLA.com.
Edwards reveló que las reuniones se realizaban aproximadamente tres veces al año, con la excepción del período de la pandemia de Covid. Las apuestas mantenían límites bajos, pero la lista de invitados era notable e incluía a otros políticos y destacadas personalidades del panorama local.
John Bel Edwards, otro político fanático del poker.
El presidente del Senado, John Alario , y su sucesor, Page Cortez , fueron identificados como jugadores habituales en estas sesiones de poker. En un tono casual, Edwards comentó que «todos ganaron en algún momento» para destacar la naturaleza amistosa y recreativa de las partidas.
El poker entre políticos
El fenómeno de políticos aficionados al poker no es nuevo en Luisiana. El estado ha visto a figuras notables como Buddy Roemer , quien gobernó desde 1988 hasta 1992 y se rumorea que ganaba considerables sumas con su destreza en las cartas. Otros políticos norteamericanos también han sido conocidos por su amor por el poker, incluido el expresidente Richard Nixon , quien según se dice financió parte de su primera campaña al Congreso con ganancias obtenidas en este juego de cartas.
La revelación de Edwards arroja luz sobre la conexión entre el poker y la estrategia, en este caso política, con su énfasis en el control emocional y la toma de decisiones calculadas, podría haber influido en el enfoque de estos líderes en sus funciones oficiales.