La nueva ley fiscal firmada por el presidente Donald Trump 
, incluida en el llamado Big Beautiful Bill, ha encendido las alarmas en la comunidad del poker. Entre sus disposiciones, limita a solo el 90% la deducción de pérdidas por apuestas, afectando directamente tanto a profesionales como a jugadores recreativos.
Ante esto, una representante de Nevada decidió alzar la voz. Dina Titus , congresista por el distrito que incluye a Las Vegas, presentó esta semana el FAIR BET Act, un proyecto que busca revertir este recorte y restablecer la deducción completa por pérdidas en juegos de azar. “Esta cláusula antiapuestas del presupuesto republicano jode a la gente que vive y visita mi distrito, la capital mundial del casino”, disparó Titus, quien además copreside el Congreso de la industria del gambling (CGC).
Poker profesional y turismo en riesgo
La frase clave es clara: impuesto que castiga al poker. Si un jugador gana US$100.000 y pierde exactamente lo mismo, con la nueva ley deberá pagar impuestos sobre una ganancia ficticia de US$10.000.
Esto vuelve inviable el poker como profesión y también podría afectar el volumen de torneos y el turismo vinculado al juego en Estados Unidos.
El profesional Doug Polk fue tajante al analizar las consecuencias: “Habrá menos gente que pueda jugar, menos dinero en circulación, más jugadores yéndose al extranjero o recurriendo a rutas ilegales. Todo esto puede costar más que ese 10% extra que quieren cobrar”.
Otro referente del circuito, Phil Galfond , lo calificó como “bastante aterrador”. La comunidad ha reaccionado en masa desde que se aprobó la legislación, especialmente en redes sociales y podcasts especializados.
El FAIR BET Act: ¿una luz al final del túnel?
El nombre completo de la ley es Ley de Tributación Justa sobre Ganancias Derivadas de Apuestas , y su objetivo es restaurar el equilibrio fiscal para los jugadores. Según Titus, esta iniciativa no solo protege a los jugadores, sino que resguarda una industria clave para el empleo y la economía en Nevada y otros estados.
Por su parte, la Asociación Americana de Juego (AGA) apoyó algunos elementos del paquete general, aunque reconoció que se debe “revisar urgentemente el tema de las deducciones”. La AGA prometió trabajar con el Congreso para modernizar el código tributario y defender el ecosistema de apuestas legal en el país.
El impuesto que castiga al poker sigue generando debate, pero ahora tiene una contracara política con peso. Y si el FAIR BET Act prospera, podría marcar un antes y un después para el poker en Estados Unidos.
