Luego de desbancar al tradicional poker de cinco cartas, el Texas Hold’em se convirtió en la modalidad más popular y solicitada por cualquier jugador o torneo. En vivo u online, cash o campeonato, club o casino, en todos lados se juega la popular versión de cartas tapadas y destapadas.
Eso es parte de la realidad, pero que detrás esconde una leyenda, mito, vaya uno a saber, del origen que una ciudad tomó como suyo pero sin un documento o papel que lo pruebe. Sin embargo, en algún lado, por lógica, se dio la primera mano de esta modalidad o similar. ¿Pero dónde?
Según la leyenda, la cuna del Texas Hold’em se ubica en Robstown, Texas, cerca del 1900. Luego, se sabe, fue introducido en Las Vegas por jugadores profesionales en los 60, década en la que comenzó a ganar popularidad en Estados Unidos, tanto que unos años después nació la World Series of Poker.
Verdad o no, en apariencia, desde allí fueron los primeros en hacerse cargo… El 15 de junio de 2007, la Legislatura de Nevada aprobó una resolución, con N° 109, de la Cámara de Representantes, en la que reconoció oficialmente a Robstown como el lugar de nacimiento del Texas Hold’em. Según el texto legislativo, “se sostiene tradicionalmente que la primera mano de este juego fue repartida en Robstown a principio del siglo XX”. Nadie se atrevió a negarlo.
Según se presenta en su web oficial, Robstown goza de un atractivo único para la industria, la inversión comercial y el desarrollo residencial. Con un profundo sentido de la historia, los habitantes de la ciudad se enorgullecen de sus raíces sencillas pero honestas y de su trabajo diario.
Sin embargo, no fue motivo de orgullo el cartel que le colgó el FBI, entidad que la designó, en el 2017, la ciudad más violenta del Estado de la Estrella Solitaria.
El FBI informó que Robstown sufrió 202 crímenes violentos en 2016, un número muy alto para una ciudad con una población de poco más de 11.000 habitantes.
El origen del Texas Hold’em según los históricos
Las referencias de quienes lo empezaron a nombrar allá lejos y hace tiempo tampoco son precisas. Johnny Moss aseguró en una entrevista de 1975 que conoció el juego en 1926, aunque luego dijo haberlo jugado por primera vez en 1930 en Dallas.
Doyle Brunson aseguró que lo descubrió en 1958 en Fort Worth, bajo el nombre de “Hold Me Darling”. Mientras que Crandell Addington lo aprendió a jugar en 1959 y, al igual que Texas Dolly, desarrolló un papel clave en su expansión dentro y fuera de Texas.
Sea como fuere, la popular modalidad atravesó mesas, escenarios, balaceras (según cuentan Brunson y Cía.) y se estableció como la primera opción elegida por los amantes del poker. Más allá de dónde haya nacido.
