
El debate por la nueva ley fiscal en Estados Unidos sigue ganando protagonistas. En esta ocasión, Jason Robins , CEO de DraftKings, se convirtió en la primera figura de una plataforma de apuestas exclusivamente online en manifestar su rechazo a las modificaciones incluidas en el reciente proyecto de gasto federal.
En una entrevista con Jim Cramer para CNBC, Robins explicó que las disposiciones parecen haber sido incorporadas por “una cuestión técnica” para cumplir con la Byrd Rule, norma que prohíbe incluir asuntos no relacionados directamente con el presupuesto en el proceso de reconciliación. El problema, según el directivo, es que el cambio “no tiene sentido” y muestra un “desconocimiento total” del impacto real en los jugadores.

DraftKings, gigante de las apuestas online, se suma a las críticas contra la nueva ley fiscal en Estados Unidos
Impuestos sobre ganancias que no existen
El nuevo código fiscal podría llevar a que los jugadores paguen impuestos por dinero que nunca ganaron realmente. Robins ejemplificó el caso de un jugador que gana US$100.000 en un torneo y luego pierde esa misma cantidad en el resto del año: bajo las nuevas reglas, solo podría deducir el 90% de esas pérdidas, quedando como si hubiera ganado US$10.000 y debiendo pagar impuestos sobre esa cifra.
“Si no puedes deducir todas tus pérdidas, ¿cómo tiene sentido pagar impuestos sobre algo que en realidad no es ingreso?”, cuestionó Robins, quien confirmó que DraftKings ya trabaja con legisladores federales para corregir el código tributario.
Con esta declaración, Robins se une a las críticas ya expresadas por figuras como Doug Polk , que en televisión nacional advirtió que la medida “destruiría el sustento” de muchos jugadores profesionales, y Derek Stevens
, propietario de casinos en Las Vegas, quien señaló que el cambio podría reducir la actividad de juego y afectar el empleo local.
A diferencia de Polk y Stevens, Robins evitó centrarse en el impacto económico general y puso el foco en la falta de lógica de gravar ingresos ficticios. No obstante, su posición refuerza el frente común que busca frenar la medida.
¿Un camino hacia la derogación?
Pese a las críticas, existe cierto optimismo: hay apoyo bipartidista para revertir el cambio. En la Cámara de Representantes, la demócrata Dina Titus presentó el proyecto FAIR BET Act, mientras que la senadora Catherine Cortez Masto
hizo lo propio en el Senado. El republicano Andy Barr
fue el primer miembro de su partido en impulsar legislación para eliminar la disposición.
La presión mediática y política sigue creciendo. Con voces de peso en la industria —tanto del poker como del sector de apuestas deportivas— cuestionando la medida, el desenlace de esta disputa fiscal será clave para el futuro de los jugadores profesionales y recreativos en Estados Unidos.