
Una nueva batalla legislativa se avecina en el mundo del poker profesional. La reciente aprobación en el Senado de los Estados Unidos del megaproyecto de ley presupuestaria conocido como la “One Big Beautiful Bill” incluye una cláusula que ha generado alarma entre los jugadores: a partir de 2026, solo se permitiría deducir hasta el 90% de las pérdidas y gastos relacionados al juego.
Aunque el texto aún debe ser conciliado con la versión de la Cámara de Representantes, esta disposición —presente únicamente en la versión del Senado— podría representar un golpe letal para quienes viven del poker. Jugar sin ganar no sería la peor pesadilla: sería ganar poco y tener que pagar impuestos como si hubieras ganado mucho.

Phil Galfond mostró su preocupación en redes sociales ante esta nueva legislación
La trampa de los números: ¿ganar US$200.000 y tributar por US$700.000?
Para entender la magnitud del cambio, basta con un ejemplo. El experto en legislación tributaria aplicada al juego, Russ Fox , desglosó el impacto en su blog Taxable Talk, donde advirtió que el nuevo sistema distorsiona la noción real de ganancias. “Imaginemos a Larry, un jugador profesional que gana US$500.000 en el circuito y pierde US$440.000, además de registrar US$50.000 en gastos como viajes, alojamiento y entradas. Su ganancia neta sería de apenas US$10.000. Pero bajo la nueva regla, solo podría deducir US$450.000, por lo que tendría que tributar como si hubiera ganado US$59.000”, explicó Fox.
Esto, en esencia, equivale a pagar impuestos por dinero que nunca se ganó. Y como señaló el propio especialista: “Esto afectaría directamente la sostenibilidad del juego profesional y dañaría el turismo en estados como Nevada, donde el poker es una industria clave”.
Fox, con décadas asesorando a jugadores, casinos y operadores, asegura que llevar registros detallados de cada sesión será aún más crítico, ya que solo así se podrían evitar discrepancias fatales frente al IRS.
Phil Galfond lo dijo claro: “Esto es aterrador”
Uno de los primeros en reaccionar fue Phil Galfond , ícono del poker online y fundador de Run It Once. A través de un video publicado en Twitter/X, Galfond ofreció un ejemplo tan contundente como preocupante: “Supongamos que ganamos US$5.2 millones en todo el año y perdemos US$5 millones. La ganancia neta es de $200.000, pero con esta ley, solo podríamos deducir US$4.5 millones de pérdidas. O sea, tributaríamos como si hubiéramos ganado US$700.000”.
Con un tono sereno pero firme, Galfond subrayó que esta propuesta obliga a los jugadores a tener un ROI de al menos 10% solo para no perder dinero, algo irreal incluso para los más consistentes. “La mayoría de los jugadores no tienen ese margen en el largo plazo. Esto haría que el poker profesional no sea viable”, concluyó.
Las reacciones no se hicieron esperar. Nate Silver , fundador del sitio FiveThirtyEight y reconocido jugador aficionado, también mostró su preocupación: “El código fiscal ya es injusto con los jugadores: se tributa en los años de ganancia pero no se pueden deducir los años de pérdida, a menos que estés declarado como profesional. Y ahora esto lo haría mucho peor”.
Por su parte, Chris Brewer , regular de los torneos más caros del planeta, fue más tajante: “Esto sería una sentencia de muerte para jugar profesionalmente”.
Incluso jugadores como Matt Glantz se unieron al debate, advirtiendo que esta legislación no solo afectaría a los jugadores top, sino a toda la economía que rodea al juego: desde los casinos hasta los estados que dependen del turismo de poker.
¿Y ahora qué? El futuro del poker profesional en EE.UU. pende de un hilo
Por ahora, la cláusula está incluida solo en la versión del Senado, que fue aprobada por un estrecho margen tras el voto decisivo del vicepresidente JD Vance. La Cámara y el Senado deberán negociar una versión unificada del proyecto, por lo que todavía hay margen para que la polémica disposición sea eliminada o modificada.
Sin embargo, el debate ya está sobre la mesa.
Los profesionales del poker, acostumbrados a lidiar con la varianza, ahora enfrentan una nueva amenaza: una ley que podría cobrarles impuestos por ganancias inexistentes.
Russ Fox lo resumió de forma clara: “Este sería otro gran golpe contra el juego, y una razón más para pensar que el poker no está siendo tratado como una actividad profesional legítima, pese a su impacto económico”.
La comunidad del poker se mantiene en alerta. El resultado de esta negociación legislativa podría cambiar, literalmente, las reglas del juego.