
Senadores demócratas y republicanos en Estados Unidos han encontrado un terreno común: la defensa de los jugadores profesionales de poker frente a una polémica disposición fiscal incluida en la nueva legislación federal. impuesto
La llamada «One Big Beautiful Bill», aprobada durante el segundo mandato de Donald Trump , contiene una provisión que limita las deducciones fiscales por pérdidas de juego al 90%. Esto significa que si un jugador declara US$150.000 en ganancias y US$100.000 en pérdidas, será gravado por US$60.000 en lugar de los US$50.000 reales de ganancia.
Senadores como Ted Cruz , un reconocido aficionado al poker, han denunciado esta medida como “injusta y punitiva”. En su podcast Verdict, Cruz admitió que esta cláusula pasó desapercibida durante la redacción del proyecto y ahora busca corregirla con apoyo de senadores demócratas como Catherine Cortez Masto
y Jacky Rosen
, ambas de Nevada, epicentro del juego en EE.UU.

Ted Cruz jugando contra su amigo Phil Hellmuth en el show Poker After Dark.
Phil Hellmuth , leyenda del poker y amigo de Cruz, ha calificado la medida como un «impuesto de muerte para los jugadores», mientras que la senadora Cortez Masto
declaró en el podcast de Doug Polk
que esta disposición “sorprendió incluso a los republicanos”.
El senador Cruz expresó su preocupación de que, si no se modifica la ley, muchos jugadores profesionales podrían verse forzados a emigrar. “Nadie está defendiendo esta disposición. Pero cambiar una ley ya firmada es complejo”, advirtió.
La alianza política por el poker no solo evidencia el impacto económico de la industria del juego, sino también su capacidad de influir en la agenda legislativa de Estados Unidos. Si bien el camino legal es cuesta arriba, la presión bipartidista crece para salvar el sustento de miles de jugadores profesionales en todo el país.
Fuente: Pokernews.com