12.12.2017 - 09:23
Puesto 1º: Francisco Moreno ($245.000)
Cinco días de pura acción se vivieron en las instalaciones del Winland Casino Guadalajara donde se registraron un total de 454 entradas para una bolsa de $1.816.000. Francisco Moreno 
sería el campeón del certamen luego de vencer en el mano a mano a Ángel Huang 
quien resultó el mayor beneficiado después de un deal.
Y es que cuando quedaban cuatro jugadores, Javier de Alva , Roque Garrido , Moreno y el propio Huang, se acordó que se dividiría el premio restante siendo Ángel el que se llevaría una tajada de $268.000. Javier, Roque y Francisco repartirían $218.000 cada uno dejando $27.000 más para el eventual campeón.
Las acciones comenzaron veloces luego de que 19 jugadores volvieran a las instalaciones tapatías donde el primer eliminado fue un Pablo Lavalle que tuvo dos cierres de jornada para el olvido. A partir de ahí comenzó la cascada de eliminaciones donde perdimos importantes nombres como Salomón Eskenazi , Luis González o Sergio Vélez .
Humberto Ramírez sería la burbuja de una mesa final que vio caer rapidamente a Luis Montaño en noveno lugar para un premio de $41.750 o a Rogelio Chávez en el séptimo puesto para un premio de $55.400. El juego se entorpeció en ese momento pues aunque había una clara ventaja en fichas, los jugadores se mostraron precavidos esperando el salto de premios.
No fue sino hasta la eliminación de Jesús Preciado en el quinto puesto para un cobro de $81.750 y la de Jorge Álvarez en sexto lugar para un premio de $67.200 que los jugadores acordaron dividir la bolsa pues en ese momento Huang tenía una clara ventaja en fichas.
Cabe destacar que el jugador de origen asiático pidió el trofeo de campeón así como el brazalete para aceptar el trato, propuesto que sus tres rivales no dudaron en aceptar. Ya con el acuerdo, fue el cachanilla Roque quien cayó primero seguido de Javier, ambos sumando el cobro más importante de su carrera.
La mano final llegó en menos de quince minutos para proclamar campeón al de Puerto Vallarta quien no pudo contener la sonrisa al levantar el trofeo de segundo lugar pero sabiendo que fue el último jugador de pie en el magno evento tapatío.
