
¿Recuerdas lo que le sucedía a nuestro querido Marty Mc Fly cuando Biff o algún otro personaje lo desafiaba llamándolo gallina? El inolvidable «Nobody calls me chicken» es icónico y nos ha marcado a muchos.
En Back to the future, automáticamente Marty perdía el control, la furia se apoderaba de él y era capaz de hacer cualquier cosa, generalmente autodestructiva, para demostrar que no lo era. Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia, ¿o no lo es?
En este artículo te hablaré acerca de cómo detectar esos momentos en el cual estamos por perder el control, cómo no caer en esa trampa y finalmente cómo usar esos momentos de provocación a nuestro favor.
Imagina la siguiente situación: estás jugando un torneo, un jugador agresivo viene subiéndote constantemente, sabes que no siempre tiene juego, aún así no le puedes encontrar la vuelta, hasta que después de una mano en la que foldeás preflop, te dice: “otra vez te asustaste, ¡¡¡Juega alguna vez!!!”
En ese instante sientes el calor subir, lo único que piensas es en cerrarle la boca y llegan tus cartas: 2-7 offsuit. Ese mismo jugador sube y en ese momento ya no piensas en rangos, ni en tu stack, ni en las probabilidades de éxito, lo único que pasa por tu cabeza es en tu oponente y en cómo te afecta lo que diga.
¿Te suena esta situación? ¿Te ha pasado alguna vez? A continuación te comparto algunos pasos que te ayudan a enfrentar este tipo de situaciones:
Revisa tus triggers
¿Qué te dispara emocionalmente? ¿Quién o qué tipo de jugadores te sacan de tu eje? Te puede resultar de mucha utilidad después de cada sesión anotar las situaciones en las que has notado que te han sacado de tu eje y ver si hay un patrón. Por ejemplo algún tipo de situación, algún rival en particular, o en general alguna actitud de los jugadores a los que te enfrentas. Conocer tus disparadores es el primer paso para desactivarlos y eso te permitirá estar un paso adelante de quien quiera sacarte de tu eje.
Dale un nombre
Cuando sientas que alguna situación te está por sacar de tu eje, ponle un nombre, trátalo como si fuese algún personaje de una película, por ejemplo Hannibal Lecter.
“Acá llega Hannibal Lecter para tomar el control” o «Biff»
“Se ha despertado el caníbal que quiere salvar su honor”
“Hannibal, devora a mis rivales….. pero deja a mi stack en paz”
Cuando puedes verla con humor, esta situación no te va a controlar.
Reconoce la emoción y surféala
¿Qué sientes cuando alguien insinúa que eres una gallina? ¿Vergüenza, enojo? ¿Lo sientes en el cuerpo? ¿Dónde? Una vez que has reconocido la emoción, intenta tomarte un breve instante antes de reaccionar, surféala. Va a durar entre 60 y 90 segundos, nada más. Imagínate todos los disgustos que podrías ahorrarte con solo levantarte de la mesa, tomar agua y retrasar la acción un poco más de un minuto.
Convierte la provocación en información
¿Para qué esta persona me estará provocando? ¿Qué beneficio puede llegar a tener? Estas son algunas preguntas que te puedes hacer cuando algún otro jugador comience a molestarte, lo más probable que lo haga porque te respeta o te tema. En lugar de reaccionar, úsalo a tu favor, ve qué información puedes obtener, tal vez está desequilibrado o quiere provocarte porque no sabe como vencerte jugando.
La próxima vez que alguien te provoque, recuerda que no compites para demostrar tu valor, lo haces para ganar, entonces, tómate un minuto y que tu decisión sea basada en la lógica, no en el orgullo. Espero que la columna de hoy te sirva para que los Biff de las mesas y de la vida no te manden directo a un futuro que después querrás reescribir.