La relación entre YouTube y los creadores de contenido de poker atraviesa uno de sus momentos más tensos. El reconocido profesional y coach de Pot-Limit Omaha, Fernando “JNandez” Habegger -sw-, vio cómo su canal —con más de 63.000 suscriptores y una década de trabajo— desapareció tras recibir un tercer strike. Lo más inquietante es que la sanción provino de un video antiguo, a pesar de que el jugador había dejado de subir material por más de dos meses para proteger su cuenta.
Habegger, fundador de PLO Mastermind y embajador de CoinPoker, expresó su frustración en redes sociales. Aclaró que siempre transmitió partidas en sitios regulados y que el golpe de YouTube no solo borra años de producción, sino una herramienta clave de su carrera. Su apelación fue rechazada de forma inmediata.
Hi @TeamYouTube, my channel «JNandez87» has just been permanently removed from YouTube for promoting unregulated goods despite the poker site I am playing on being approved. My appeal was instantly denied.
I stopped uploading for the last two months, after my second strike, to…
— JNandez (@JNandezPoker) September 4, 2025
El caso desató una ola de preocupación en la comunidad. Kevin Martin 
, embajador de GGPoker y también creador, advirtió que los productores de contenido están “cocinados” bajo las nuevas políticas de la plataforma. La razón: cualquier video de poker en línea queda automáticamente restringido a mayores de 18 años, obligando a los usuarios a iniciar sesión y, lo más grave, eliminando al contenido del radar del algoritmo. “Esto mata al canal”, lamentó Martin en X.
La alarma trascendió al poker. La ajedrecista y streamer Alexandra Botez 
reveló que incluso algunos de sus videos breves han sido “bloqueados por edad”, lo que confirma que las restricciones no distinguen entre formatos ni trayectorias.
El canal de «JNandez» era un referente para todos los amantes del PLO.
El temor es que lo ocurrido con JNandez sea solo el inicio de una purga más amplia. La política de YouTube contra “bienes no regulados” parece extenderse indiscriminadamente hacia el poker, aun en contextos legales y transparentes. Para los fanáticos, la consecuencia es clara: menos acceso al contenido que aman; para los creadores, la amenaza de perder su trabajo de un día para otro.
La pregunta que queda en el aire es inquietante: ¿podrá el poker sobrevivir en YouTube o estamos frente a una era de exilio digital para sus creadores?
