
El Onyx Super High Roller Series en Chipre fue escenario de un espectáculo pocas veces visto: dos jugadores sentados con US$2 millones cada uno, ciegas de US$10.000/US$20.000 y un formato sin segundas oportunidades. Cuatro horas y más de 210 manos bastaron para que Aussie Cahan
, alias Tornado, arrasara con Ossi Ketola
y se llevara los US$4 millones en juego, prolongando la racha negativa del Monarca, que ya acumula cerca de US$19 millones en pérdidas.
El duelo tuvo de todo: pozos que rozaban el millón de dólares, bluffs calculados y decisiones que cuando las veas te dejarán sin aliento. Uno de las manos clave fue un pozo de US$2 millones, donde Monarch, armado con A K, apostó fuerte solo para ver cómo Tornado conectaba dos pares en el river con K 7. Fue el punto de quiebre: desde ese instante, el australiano no soltó más el control.

Ketola, el estafador juvenil que terminó convirtiéndose en cazador de estafadores.
El contraste entre la tensión en las cartas y la serenidad de Monarch resultó casi surrealista: mientras ponía en riesgo millones, se lo veía comiendo caviar como si fuese yogur. Un gesto que solo reforzó la percepción de que este personaje vive en un universo propio, a medio camino entre la genialidad y la locura.
Pero lo que realmente mantiene a la comunidad en vilo no son solo sus derrotas. El pasado de Ketola como estafador en videojuegos, su cruzada contra casinos fraudulentos y sus constantes insinuaciones de “mazos arreglados” alimentan un aura de misterio que intriga tanto como divide. ¿Es un redentor atrapado en su propia leyenda o simplemente un bluffero de la vida?

Dan Cates le ganó al Monarca 15 millones de dólares y el estadounidense lo retó a otro duelo.
Con nombres como Doug Polk y Daniel Negreanu
en su lista de posibles rivales o una revancha contra Dan Cates
, quien hace unas semanas le ganó millones, la pregunta que todos se hacen es inevitable: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar Monarch antes de que la suerte —o su propio mito— lo dejen sin bankroll?