
El Ecuadorian Poker Series se ha consolidado como el festival más importante del calendario ecuatoriano y uno de los más atractivos de la región. Su próxima edición, que se celebrará en septiembre en las instalaciones de Asopoker en Guayaquil, promete marcar un antes y un después. Diego Mármol , jugador profesional y head coach de ASOSchool, no duda en pronosticarlo: “Estoy convencido de que el próximo EPS será un récord total”.
La propuesta para esta edición es contundente: un Main Event con US$125K garantizados y un High Roller, acompañados de eventos paralelos como el Mystery Bounty y el Omaha Bounty, que atraerán a jugadores de distintos perfiles. “El nivel será muy elevado, no solo por los locales que cada vez estudian más, sino porque la convocatoria internacional será mucho mayor”, asegura Mármol.

Calendario del EPS un evento que sigue en crecimiento en el panorama latinoamericano.
Un ambiente que solo el EPS puede ofrecer
Más allá de los premios y la estructura de los torneos, el EPS se distingue por una atmósfera única. Durante los días del festival, Asopoker se transforma en un espacio donde la pasión por el poker lo invade todo. “Se siente como que todos respiran poker… esas sensaciones que veía en Brasil ahora las vivimos aquí”.
Que el evento se juegue en un club deportivo dedicado exclusivamente al poker es, para él, una ventaja fundamental frente a otros torneos que se disputan en casinos. “En Asopoker no hay bebidas alcohólicas y se prioriza el poker como deporte mental… eso cambia todo”.
Además, destaca que la hospitalidad ecuatoriana es un factor que seduce a quienes participan por primera vez. “Tenemos la misión de dar el mejor trato posible a todos los visitantes”, dice con orgullo. Esa calidez ha convertido al EPS en un evento al que muchos jugadores internacionales regresan año tras año.
El coach que vive el EPS desde dentro
Aunque el foco está en el festival, Mármol vive el EPS de una manera doblemente intensa: lo disputa como jugador y lo impulsa como formador. Como head coach de ASOSchool, ha creado un espacio donde el estudio y la práctica se combinan para formar jugadores completos. “Trato de darles a los alumnos un enfoque real y correcto de lo que es el poker… un juego hermoso que, si te gusta y le dedicas tiempo y disciplina, puede convertirse en una carrera”, explica.
ASOSchool no solo ha formado a nuevos jugadores, sino que también ha reforzado la base competitiva del país. “Lo que estamos viviendo es un sueño hecho realidad… pronto verán la bandera de Ecuador más seguido en torneos internacionales”, asegura. La escuela ha sido clave para que el nivel del EPS crezca año tras año, y el propio Mármol lo ve reflejado en la competencia: jugadores más preparados, mesas más desafiantes y finales más emocionantes.
En la última edición, su mayor satisfacción fue ver a su alumno y amigo Marcelo Garzozi levantar el trofeo del evento principal. “Es una sensación increíble cuando ellos reconocen la gestión de uno y se logra un resultado así”, recuerda. Para esta edición, su motivación personal no es menor: “Mi foco está puesto en ser campeón del EPS… tarde o temprano lograré levantar ese lindo trofeo”.

Diego Mármol y Marcelo Garzozi en el pasado EPS
Invitación a la comunidad internacional
Mármol tiene claro que el EPS es mucho más que un torneo: es una experiencia que combina competencia, hospitalidad y cultura local. Por eso, no pierde la oportunidad de invitar a todos los jugadores que aún no han vivido el festival. “Que vengan a disfrutar de un gran evento… sin duda será un éxito gigante”, afirma.
Su invitación no es solo para competir, sino para vivir una experiencia completa: desde las mesas de alto nivel hasta la gastronomía ecuatoriana y el calor humano que caracteriza al país. “Estoy seguro de que quien venga una vez, va a querer regresar… el EPS tiene algo que te atrapa”, asegura. Y concluye con una frase que refleja su entusiasmo y compromiso: “Espero verlos a todos en las mesas, compartiendo este festival que tanto nos enorgullece”.
Con garantizados récord, una organización centrada en el jugador y una comunidad que sabe recibir a sus visitantes, el EPS 2025 se perfila como uno de los festivales imperdibles del año en el circuito latinoamericano.