
No todo lo que ocurre en la mesa final de la WSOP llega a las cámaras. En un episodio especial del podcast The Mouthpiece, Mike Matusow y Michael The Grinder Mizrachi
repasaron, sin censura, los momentos más intensos, curiosos y hasta insólitos que vivieron en el Poker Players Championship y el Main Event 2025.
Desde supersticiones extrañas hasta faroles legendarios, pasando por confesiones de última hora, los dos veteranos dejaron claro que la historia detrás de un brazalete no siempre se escribe solo con cartas. “Para mí, el PPC es más que dinero, es legado. Este es mi evento y quiero que el mundo vea que no fue suerte”, dijo Mizrachi, quien sumó su cuarto título en esta disciplina.

Michael Mizrachi con el título del Poker Players Championship.
Entre supersticiones y noches locas en la WSOP
El Grinder confesó que gran parte de su Serie estuvo marcada por una rutina poco ortodoxa: “Si me funciona, lo sigo haciendo… aunque signifique quedarme hasta las 8 de la mañana jugando en una máquina de casino”. Matusow no tardó en acotar: “Todos pensaban que ibas a venir a beber y a tirar fichas, y apareciste con una apuesta de 100.000 dólares de no beber ni vapear… y jugaste el cash más sólido de la mesa”.
La superstición era tal que Mizrachi llegó tarde a un día clave del Main Event porque estaba repitiendo su rutina de “noche de degen” en el casino. “A veces, si estoy demasiado enfocado y descansado, las cosas no salen. Si algo me está funcionando, no lo cambio”, admitió.
En el PPC, Mizrachi aseguró que fue el torneo más perfecto que jugó: “No estuve all-in por mi vida en todo el evento. Fue la única vez que jugué sin cometer un solo error”. Matusow coincidió: “Cuando jugamos bien, lo sabemos. Y este fue tu mejor nivel”.
Momentos que definieron la historia
Uno de los episodios más recordados fue su mano contra Leo Margets justo antes de la cena en el Main Event. Con A7s y sabiendo su hand range, Mizrachi decidió aplicar máxima presión: “Quería que sintiera que no podía estar faroleando en ese momento… y foldeó lo que sabía que era la mejor mano”.
La lectura y el momento fueron clave: “Antes de una pausa larga, mucha gente no quiere meterse en problemas. Ese era el momento perfecto para empujarla a tomar la decisión difícil”, explicó.
En la final, la mano que quedará para siempre en la memoria fue el As de diamantes contra reyes. Mizrachi no dudó en ponerlo al nivel de sus momentos más importantes: “Ese As fue el segundo mejor momento de mi vida… después de ver nacer a mi primer hijo”. Matusow lo respaldó: “Ese es el tipo de carta que no solo te cuida a ti, sino que asegura el futuro de tus hijos para toda la vida”.
El control bajo presión
Mizrachi reveló cómo manejó la mesa televisada: “Bajo las luces, con las manos reveladas, muchos rivales se ponen nerviosos y cometen errores. Ahí es donde mi experiencia me da ventaja”. Matusow añadió: “Cuando estás en la mesa de TV, algunos juegan más apretado para no quedar mal, otros más sueltos para lucirse. Saber leer eso es oro puro”.
Incluso en el 50K PPC, recordó una mano crucial contra Bryn Kenney donde la estrategia fue más psicológica que técnica: “Le hice un check-raise a media apuesta para parecer más fuerte y ponerlo incómodo. Si mantenía su nueve, se metía en problemas”.
Al final, lo que quedó claro es que, para Mizrachi, ganar es solo una parte de la historia. “Juego como si fuera una partida en casa con mi familia. Me divierto, y creo que eso se nota en cada mano”, dijo. Matusow cerró con una reflexión: “El poker necesita más historias como esta. Más instinto, más lectura, más momentos humanos… y menos robots con solvers en la mesa”.
Historias como estas no solo muestran el lado técnico del poker, sino la mezcla de instinto, experiencia y personalidad que no siempre aparece en la transmisión oficial. Y si algo dejaron claro, es que tanto dentro como fuera de la mesa, The Grinder y The Mouth siguen siendo puro espectáculo.