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Adrián Mateos y la mentalidad ganadora en el poker

Adrian Mateos con su brazalete

Adrián Mateos Flag of España acumula más de 35 millones de dólares en premios tras una década como profesional. Pero detrás de sus títulos y su estatus en la élite, lo que más destaca es su enfoque mental: una forma de ver el juego que lo ha convertido en referencia obligada para quienes sueñan con llegar alto.

En una reciente conversación, el madrileño explicó que la mentalidad ganadora se construye con esfuerzo, constancia y humildad. “El esfuerzo no se negocia, lo peor es irse a dormir sabiendo que no diste el 100%”, asegura, aplicando incluso en torneos menores la misma intensidad que en los High Rollers.

Adrián Mateos ganando su primer brazalete

Las claves de un campeón

Para Mateos, una de las cualidades más infravaloradas es la empatía. “Entender qué piensa y siente tu oponente es crucial y mucha gente lo subestima”, comentó, destacando que la observación constante le permite ajustar su estrategia según los gestos, rutinas y actitudes de los rivales. A esto suma su agilidad mental para el cálculo, una habilidad que ha tenido desde niño: “Siempre fui bueno en matemáticas y calcular rápido me ha dado ventaja desde pequeño”, recuerda.

Su madurez también se refleja en la forma en que maneja la varianza y el dinero. Reconoce que, en torneos de alto nivel, “los profesionales cobramos solo en un 17% o 20% de los torneos”, y por eso no duda en vender parte de su acción a otros jugadores e inversores. “Es como una empresa: se factura mucho, pero no todo es beneficio neto”, explica. Para él, la libertad que le da el dinero es más importante que el reconocimiento: “Lo que más valoro es la libertad que me otorga el dinero, mucho más que los títulos”, confiesa.

Humildad, ego y felicidad

Su trayectoria no ha estado exenta de tropiezos. Tras un inicio meteórico y millones ganados con apenas 20 años, admitió que la confianza excesiva y la falta de estudio lo llevaron a tener su único año sin beneficios. “Me relajé, dejé de estudiar tanto y coincidió con una mala racha; eso me bajó el nivel competitivo”, reconoce. Esa experiencia le enseñó la importancia de la disciplina, la constancia y la autocrítica: “No creerse más listo que nadie y reconocer los propios errores es fundamental”, afirma.

Sobre el ego, Mateos es claro: “El ego es necesario porque te da confianza, pero si se descontrola es el peor enemigo”. Esa mezcla de seguridad y humildad lo ha mantenido competitivo en un circuito donde cada año surgen nuevos talentos. Y, aunque muchos lo midan por premios, él tiene otra visión: “Ser feliz es sentirme muy bueno en mi trabajo, tener salud y ser querido por mi gente cercana”, resume, dejando claro que su éxito va más allá de las cifras.

Una filosofía de vida aplicada al poker

El madrileño no concibe su carrera sin aplicar la misma intensidad en cada etapa. Inspirado por la mentalidad de Simeone, insiste en que “el esfuerzo no se negocia, independientemente del premio o de la dificultad”. Para él, el peor error es dejar de competir con hambre: “Lo peor es irte a dormir sabiendo que no diste el máximo”, repite como un mantra que guía su día a día.

Más allá de las mesas, también tiene un consejo para quienes sueñan con seguir sus pasos. “El poker es una carrera muy difícil. Solo debes intentarlo si lo amas profundamente, porque habrá momentos muy duros”, advierte. Con esa misma sinceridad, desmitifica las ideas fáciles: “No existe el dinero rápido en el poker. La única forma de ganar es ser mejor que los demás, y para eso hay que trabajar más que los demás”.

Con frases directas y experiencia acumulada en una década de éxitos y aprendizajes, Adrián Mateos se ha consolidado como un referente mundial. Su mensaje es claro: la mentalidad ganadora no se improvisa, se entrena día a día con esfuerzo, humildad y pasión.

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